En un fallo sin precedentes, la Corte ordenó al Estado proteger el territorio y el derecho a vivir en aislamiento de los pueblos Tagaeri y Taromenane. Por primera vez, un tribunal internacional reconoce una amplia gama de derechos para los pueblos indígenas no contactados
La Corte responsabilizó al Estado por no haber protegido a los tagaeri y taromenane frente a la expansión petrolera y la deforestación, poniendo en riesgo su supervivencia. También reconoció el principio de no contacto.
Los pueblos indígenas no contactados son los más vulnerables del planeta. Cualquier invasión de su territorio puede significar su exterminio. Ahora, Ecuador debe acatar la sentencia y garantizar su supervivencia.